AGUILAR. Unidad Popular de Aguilar, UPOA, ha criticado el monumento erigido en el centro de la plaza de las Descalzas a Rodrigo de Varo y Antequera. La efigie se inauguró el pasado 28 de febrero. Según indican en nota de prensa “no hay ningún pueblo en todo el país que haya levantado un monumento a un alguacil de la Santa Inquisición durante el periodo democrático”.
Desde UPOA explican que una de las misiones Inquisición era la defensa de la aristocracia y el poder latifundista de la iglesia y eso es, según dicen, “lo que homenajea la delirante decisión de Carmen flores de levantar una escultura a un inquisidor”.
Entre los cometidos que planteaba la Inquisición uno era que el orden social no se moviera en cambio social, en progresismo o en movimiento revolucionario, sino todo lo contrario, “la Santa Inquisición representaba un brazo más de la clase social explotadora, que reprimía y mataba sin remordimiento alguno todo lo que significaba modernidad, progresismo o acabar con los beneficios sociales que la aristocracia y la iglesia tenía”.
Por este motivo añaden que homenajear a un alguacil de la Inquisición es “negar el querer acabar con las clases sociales, es rendirse y es venderse, es aceptar y defender a la aristocracia y el capital. La degradación moral e ideológica de Carmen Flores y sus palmeros es ya injustificable”.
Esta actuación, explica UPOA, solo puede entenderse por “la descomposición ideológica imparable en el seno de Izquierda Unida que, además de la vergüenza social de levantar una escultura a la Santa Inquisición, lo demuestra en su actividad municipal diaria, no quedando prácticamente ya nada en sus actuaciones políticas con claros rasgos de izquierdas”.
UPOA cita al profesor de la Universidad Carlos III, Francisco Navarro, que entiende que la figura de Rodrigo de Varo y Antequera fue mitificada por sus descendientes y por el catolicismo local. En este sentido se distorsionó la realidad. Así, asegura que, a la hora de levantar una estatua en su honor, el Ayuntamiento se ha basado en “una biografía del siglo XIX que escribió un descendiente del noble” y en una publicación de mediados de los años 50 del siglo XX en “una revista de carácter religioso“.
“No hay rastro de historiados en estos dos textos”, critica Navarro López, que precisamente ha escrito una tesis sobre Rodrigo de Varo y Antequera, un personaje que, más allá de su labor eclesiástica, aceptó el cargo de alguacil de la Inquisición y condenó en base a ello a vecinos de la localidad.
“Uno de los medios que utilizaban los hidalgos para acercarse o incluso alcanzar ese ansiado escalón que los separaba de la alta nobleza, fue la creación de fundaciones de conventos, capellanías y obras pías, que fue lo que hizo Rodrigo de Varo y Antequera”, relata el historiador “La carrera de ascenso social que Rodrigo de Varo mantuvo a lo largo de su vida al haber conseguido el ansiado cargo de alguacil mayor de la Inquisición,, implicaba ostentar la máxima autoridad de la Inquisición en cada villa, lo que conllevaba una serie de obligaciones con el Santo Oficio; incluidas acciones represivas”, especifica Navarro López, que recuerda que “las capturas, custodias de reos y confiscaciones de bienes de los condenados, fueron los principales servicios prestados por los alguaciles mayores a la Santa Inquisición”.
De hecho, este investigador remarca que “fueron varios los vecinos aguilarenses acusados, detenidos y procesados por el Santo Oficio durante todo el periodo del Antiguo Régimen, incluyendo la etapa que ostentó dicho cargo Rodrigo de Varo, que tuvo que cumplir su cometido deteniendo y encarcelando a todos los acusados por la Inquisición”.
Y ha llegado hasta a ponerle nombre a algunos de los vecinos que fueron víctimas durante su mandato. “Entre sus primeras víctimas, podemos mencionar el caso del comerciante de lienzos Luis López, vecino de Aguilar de la Frontera, y que, a sus 32 años, fue acusado y condenado a prisión por judaizante en 1659”, detalla Navarro López.
TERRENOS EN EL CERRO
UPOA además añade que en la anterior etapa de gobierno de Carmen Flores la asociación Rodrigo de Varo, presidida por el actual concejal de Obras Antonio Maestre y siendo entonces concejal de Cultura, solicitó un terreno para la construcción de un centro de transeúntes en el barrio del Cerro. Desde UPOA afirman que el propio concejal lo solicitó y él mismo se lo concedió. De este modo el suelo que iba destinado a infraestructura social para el barrio se cedió a esta asociación dónde se construyó una iglesia.
Por esto UPOA critica que el equipo de gobierno se haya gastado 40.000 euros en esta escultura a la vez que reducen un 50 por ciento el presupuesto destinado a memoria histórica. También se refieren a que esta escultura la ha hecho por adjudicación directa Ricardo Llamas.
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