AGUILAR. La alcaldesa de Aguilar, Carmen Flores, ha roto hoy su silencio ante los medios de comunicación. De manera abierta y clara se ha referido a todo lo concerniente con la retirada de la cruz de las Descalzas que se efectuó el pasado martes, 19 de enero.
Uno de los puntos a los que se ha hecho referencia ha sido a uno de los argumentos más esgrimidos desde alguno de los sectores vinculados a la Iglesia que reclamaban que la cruz tendría que habérsela ofrecido a la comunidad de Madres Carmelitas de Aguilar.
Según la alcaldesa cuando se planteó el expediente de reforma de la plaza de las Descalzas que incluía la retirada de la cruz “mantuvimos contacto con la comunidad de religiosas para informarlas de nuestra intención y ofrecerle la posibilidad de que se quedaran con la cruz para ubicarla en algún punto del interior del monasterio en su zona de clausura”.
Las monjas, según la regidora, le expresaron su opinión de que no querían que la cruz se quitara del sitio en el que estaba pero rehusaron la posibilidad de que una vez retirada pasara al interior del convento.
De este modo Flores desmonta buena parte de las opiniones que, desde parte del ámbito eclesiástico se ha esgrimido para criticar la actuación del Ayuntamiento.
Por otra parte también mantuvo contacto con el párroco, Pablo Lora. Pero al párroco “no le ofrecimos la cruz porque nuestra intención era que si quedaba en algún sitio fuera en la clausura del convento y no en ningún lugar de acceso público”. Además, indica, que el párroco tampoco la solicitó en ningún momento.
Carmen Flores ha mantenido que desde el equipo de gobierno no querían que permaneciera en lugar público para que no se convirtiera en lugar de peregrinación de personas políticamente exaltadas cómo ya se está demostrando con los hechos que están aconteciendo durante estos últimos días.
La alcaldesa ha hecho estas afirmaciones en el transcurso de una larga rueda de prensa en la que ha detallado cómo se ha desarrollado todo el expediente de esta obra que ha contado con el dictamen favorable de la delegación de Cultura en Córdoba y que incluía la retirada de la cruz para evitar humedades en la cimentación del templo declarado BIC.
No obstante la regidora también ha dejado claro que era un compromiso de “su programa electoral dar cumplimiento a la normativa existente respecto a la Ley de Memoria Histórica y esta cruz era un claro exponente de símbolo franquista puesto que se construyó con objetivo político y no religioso”
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Mentira