Rafael Maldonado durante una entrevista con GRUPO COMUNICA en agosto de 2011

La noche del pasado domingo moría Rafael Maldonado a la edad de 92 años. Un hombre que se dedicó durante toda su vida a reunir importantes colecciones de objetos históricos que conservaba cuidadosamente expuestos en su casa de la calle Mercaderes. Durante años estuvo intentando que el Ayuntamiento de Aguilar se hiciera cargo de todas estas colecciones porque insistió en su deseo de donarlo todo a la ciudad de Aguilar.

Sin embargo, por unos motivos o por otros, esta donación nunca llegó a efectuarse pese al interés extremo de Rafael Maldonado por hacerla. Finalmente ha muerto sin hacer realidad ese deseo que albergó durante años. En varias ocasiones lo expresó en reportajes y entrevistas a GRUPO COMUNICA y al diario ABC. Hoy reproducimos aquí uno de esos reportajes realizados en agosto de 2011.

Además AGUILAR TELEVISIÓN GRUPO COMUNICA recordará mañana la entrevista que le realizábamos durante ese mismo verano. El entierro será hoy martes a las 17.30 horas en la parroquia del Carmen.

AGUILAR. Una sala completa de estilo isabelino del siglo XIX que perteneció a su abuela, un niño Jesús con más de dos siglos de antigüedad realizado en una desconocida técnica de estaño hueco, una talla de la Purísima en madera, cien relojes de bolsillo o una envidiable colección de abanicos de nácar, hueso y asta.

Ésta es sólo una pequeñísima parte de las piezas que a lo largo de su vida ha ido coleccionando Rafael Maldonado, un aguilarense de 86 años, que está empeñado en ceder este rico patrimonio al pueblo que lo vio nacer. Y tal es su tesón que quiere dejar realizada la cesión en el más corto espacio de tiempo posible porque, según él mismo comenta, “quiero ver en vida cómo se alcanza este objetivo”.

Pasear por la casa de Rafael, situada en la céntrica calle Mercaderes de Aguilar, es introducirse en un recinto mágico. Hasta cincuenta cuadros vitrina llenan las estancias con los más diversos objetos todos de antigüedad y riqueza más que sobrada. Y este importante patrimonio no ha sido conseguido sólo a base de herencias. Nada más lejos de la realidad.

Desde pequeño nació en él un afán desmedido por todo lo que tuviese aroma de antigüedad. Con el tiempo, gracias a su trabajo en distintas compañías líricas y musicales recorriendo gran parte de España y Europa, siguió atesorando piezas que iba acumulando en la vivienda en la que residió en Madrid hasta que se jubiló hace más de veinte años.

No hay que olvidar que estudió solfeo y canto en Madrid y que ha sido, entre otros, fundador del Coro de Cantores Clásicos de Radio Nacional de España y también del Coro de Cantores Clásicos de Madrid. A esto hay que unir su faceta en la compañía de revista de Celia Gámez y, por último, la que ha sido su dedicación más larga con la compañía de Tamayo.

Él mismo comenta como era un asiduo del rastro madrileño y de todas las tiendas de antigüedades que salían a su paso allá por donde fuera. Vajillas y tazas de cerámica del siglo XIX, una numerosa colección de monedas que, por seguridad, guarda en una caja bancaria, lienzos y cuadros que llenan todas sus paredes.

Para que se haga realidad el sueño de Rafael el Ayuntamiento tendrá que contar con un lugar adecuado en el que poder acoger y recrear todas estas piezas. Él ya tiene pensado uno, aunque el Ayuntamiento aún está perfilando esta posibilidad. Se trata de un gran salón existente en un edificio municipal situado junto a la iglesia del Hospital en la calle Santa Brígida. “Ése es el sitio idóneo para poder admirar en todo su esplendor todas estas colecciones”, apunta emocionado Rafael.

Así que sólo hace falta que los gobernantes locales se decidan a acoger un patrimonio que ha ido creciendo con el paso de los años evitando así que termine desgajándose y perdiéndose. El legado se convertiría, sin duda, en otro atractivo turístico más para la población.

 

 

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