AGUILAR. Las hermandades y la Iglesia de Aguilar despidieron ayer a Francisco Romero. Su funeral fue una muestra del afecto inmenso que todas las cofradías de la localidad sentían por este cofrade y cristiano ejemplar.
Decenas de coronas y ramos de flores pusieron de manifiesto ese apego que el mundo cofrade sentía por Paco Romero. Y, como no podía ser de otra manera, muy especialmente dos de las devociones que siempre llevó a gala. Cubrían su féretro las insignias y banderas de la hermandad de la Veracruz y de la cofradía de Nuestra Señora del Carmen.
El entierro se celebró en la parroquia del Carmen y, después, se celebró un responso en la iglesia de la Veracruz. Estuvieron presentes todos los sacerdotes de la localidad. El párroco, Pablo Lora, recordó el papel fundamental de Paco no sólo para la vida de su hermandad sino para la Iglesia de Aguilar en general. Todos los domingos se encargaba de que todo estuviera a punto en la misa de once en la iglesia de la Veracruz, preparaba los cánticos y animaba a los asistentes a la participación activa.
El traslado desde un templo a otro se hizo a pie y, en todo momento, contó con un acompañamiento grande.
Y en la Veracruz se leyó un escrito que emocionó a todos los presentes relatando el momento en que Paco se encontró con la Señora de los Remedios en el cielo.
El último adiós llegó entonando el himno de la Virgen de los Remedios que fue cantado por todos mientras su cuerpo abandonaba el templo. En la capilla del Altar Mayor estaba Jesús del Calvario porque la imagen de la Virgen de los Remedios está siendo restaurada.
Pero Paco ya está con Ella. Descanse en Paz.
LES INFORMA AGUILAR TELEVISIÓN GRUPO COMUNICA.