AGUILAR. La tormenta que descargó esta mañana sobre Aguilar dejó en torno a dos litros de agua por metro cuadrado. Pero lo más curioso no ha sido el agua sino la cantidad de tierra y barro que venía mezclada con el agua.
Por este motivo los patios y las calles han resultado considerablemente afectadas. También los coches aparcados en el exterior se han ensuciado con el barro caído.
Durante la jornada de hoy y, tal como avanzaron las previsiones meteorológicas ayer, existe mucho polvo en suspensión procedente del desierto del Sahara. Este polvo es el que ocasiona la suciedad al llover.
Ahora habrá que afanarse en limpiar vehículos y patios. A no ser que la lluvia, en este caso sólo de agua, se encargue de hacerlo por sí misma.