AGUILAR. La Plataforma en Defensa de las Pensiones Públicas de Aguilar organizó el sábado una concentración para reivindicar el derecho a una pensión digna. Manuel Barranco leyó el manifiesto que reproducimos de manera íntegra.
“Un nuevo VIENTO DEL PUEBLO recorre desde hace años las plazas y calles de la geografía española: ¡La decidida lucha de toda la sociedad para defender pensiones públicas dignas presentes y futuras!
Cientos de plataformas ciudadanas levantadas en multitud de pueblos y ciudades del Estado han decidido defender, con fuerza y tesón inquebrantable, un Sistema Público de Pensiones que garantice una vida digna a toda la población cuando seamos personas jubiladas o dependientes de una pensión.
En frente tenemos a las grandes entidades financieras de todo el mundo que han destapado las esencias de la codicia. No hay resquicio de riqueza que no quieran incautar para engordar sus finanzas y sus especulaciones millonarias. Por otro lado, la desigualdad aumenta, y la pobreza y el riesgo de exclusión social afecta en España a más de un 25% de su población.
La estrategia para conseguir la privatización y la externalización de estos servicios públicos, esenciales para redistribuir la riqueza y disminuir tanta desigualdad: Sanidad, Enseñanza, Residencias, Pensiones, Red Eléctrica, y un largo etc., la conocemos. Consiste en recortar los recursos materiales y humanos para ellos, y favorecer desde los Gobiernos, Central, Autonómicos, Provinciales y Locales, los contratos de estos servicios a grandes empresas, con el consiguiente perjuicio para el conjunto de la sociedad.
El Movimiento Pensionista a nivel Estatal, junto a trabajadores, trabajadoras y estudiantes, y junto al Movimiento Pensionista Internacional, quiere ser un factor de transformación hacia una sociedad que ponga el cuidado de la vida en el centro y dé sentido común a tanta locura de pensar sólo en el beneficio económico.
Desde La Voz de las Plataformas hemos llevado a cabo un proceso transversal, participativo y horizontal, de debate y consenso de conclusiones, entre las diferentes Plataformas, Organizaciones y personas, para determinar las reivindicaciones más prioritarias y urgentes, teniendo en cuenta el número de personas a las que benefician, y la oportunidad del momento histórico, para que sean el fundamento de nuestra lucha y objeto de divulgación durante los próximos meses. Fruto de este proceso es el presente Manifiesto:
***Los movimientos, plataformas y coordinadoras pensionistas del Estado que firmamos este manifiesto, hacemos un llamamiento a la conciencia de la sociedad para que despierte su indignación y se una a nuestra protesta y a nuestra propuesta.
*** Las leyes de reformas laborales trajeron precariedad en el empleo, bajos salarios e indefensión de las personas trabajadoras. Esta fue la principal causa de que se redujeran las cotizaciones sociales y de que se pusiera en peligro la sostenibilidad de las pensiones.
***Las leyes de las reformas de las pensiones recortaron sus prestaciones para el futuro y prepararon el terreno hacia su privatización, qué es lo que el Gobierno pretende ahora.
***Sin embargo, después de años de intentar asustarnos con que el Estado quebraría por culpa de las pensiones, ahora se reconoce públicamente que se habían incluido en las cuentas de la Seguridad Social unos gastos que no le correspondían, los llamados “gastos impropios” o “gastos indebidos”.
***Por lo tanto, el Sistema Público de Pensiones en España es perfectamente viable y es mejorable si se pagan sueldos dignos y se persigue, con firmeza y con recursos, la corrupción, el fraude y la evasión fiscal. ¡Qué no nos engañen: hay dinero para las pensiones!
*** Estamos en la era de las privatizaciones y la individualidad frente a la colectividad, del divide y vencerás. Pero, las privatizaciones de lo público han traído más desigualdad, peores condiciones laborales a quienes trabajan en estos servicios esenciales y mayores gastos familiares y personales.
***La pandemia y las crisis económicas han demostrado que sólo lo público es lo que nos ayuda y nos protege. Que sólo el pueblo salva al pueblo.
***Las pensiones públicas son un derecho, no es una concesión temporal y arbitraria. Un derecho para todas las personas que por diversas causas, no pueden trabajar.
*** Un derecho que con el tiempo debería ser recogido como fundamental, de obligado cumplimiento no solo declarativo como ahora, en una futura reforma de la Constitución, blindado ante el devenir de los cambios políticos.
*** Un derecho ganado por la lucha de trabajadores y trabajadoras y que ahora debe ser mantenido para el futuro, con la presión de organizaciones sindicales y estudiantiles y la nuestra como pensionistas.
*** En los movimientos sociales caben todas las personas que quieran colaborar, independientemente de sus ideas y creencias. En el Movimiento Pensionista hay diversas organizaciones, personas que votan distinto, pero nos une un mismo sentido de justicia social y de solidaridad.
*** Además, la unidad es un activo en hacer presión a los gobiernos para que escuchen la voz de la ciudadanía y lleven a la práctica políticas que favorezcan a la gente, al bien común, a la cosa pública.
***Proponemos la coordinación y unificación de las organizaciones pensionistas en base a la unidad de causa, sin exclusiones ni marginaciones a quien quiera participar. Queremos diálogo desde la igualdad, sin imposiciones ni supremacías. Aquí cabemos todos y todas. Aquí no sobra nadie.
***Esta unificación coordinada de nuestro discurso, ha de inspirar fiabilidad y seriedad a nuestras reivindicaciones de cara a la sociedad y la opinión pública, servir para la interlocución con gobiernos y sea la base de nuestros mensajes en comunicados y movilizaciones.
PROPUESTAS
Proponemos al conjunto de la sociedad lo siguiente:
- NO A PENSIONES DE MISERIA Y POBREZA. SUBIDA DE LAS PENSIONES MÍNIMAS, INCLUIDAS LAS NO CONTRIBUTIVAS, HASTA IGUALARLAS AL SALARIO MÍNIMO INTERPROFESIONAL (SMI = 965 €/MES), Y AMBOS ELEVARLOS EL 60% DEL SALARIO MEDIO (1.084 € en el 2017), cumpliendo lo determinado en el artículo 50 de La Constitución Española, y en la Carta Social Europea (mayo 1.996), que compromete a los países adheridos, entre ellos España (en vigor desde el 1 de julio de 2.021), a garantizar unos ingresos mínimos que aseguren una vida digna a sus ciudadanos y ciudadanas. Con el logro de esta reivindicación conseguiríamos:
- Disminuir la brecha de género, ya que tres de cada cuatro personas que perciben las pensiones más bajas (4.8 millones), son mujeres.
- Combatir la desigualdad, y la pobreza.
- La totalidad de esos recursos económicos se revertirían íntegramente en el consumo interno del país, lo que redundaría en un incremento del PIB.
- NO A LA PRIVATIZACIÓN DEL SISTEMA PÚBLICO DE PENSIONES, NI DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Las nuevas reformas de pensiones que el Gobierno actual pretende aprobar, presionado por las grandes corporaciones financieras internacionales y por la Comisión Europea, introducirán una casi obligación a empleados y empleadas a suscribir planes privados de pensiones de empresa, al estilo de las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) en la Comunidad Autónoma Vasca. Con ello, el sistema actual, que es público, de solidaridad entre generaciones y territorios, con caja única y de prestación definida hasta el fallecimiento, pasará poco a poco, a ser de capitalización individual, administrada por fondos de inversión, y con prestación variable dependiendo de la capacidad de ahorro de la persona trabajadora y de las fluctuaciones del mercado financiero.
- NO AL MAL LLAMADO MECANISMO DE EQUIDAD INTERGENERACIONAL
Esto supondría la disminución del importe de las pensiones mensuales para los trabajadores actuales, que son los futuros pensionistas. Se aplicarían a las futuras pensiones el carácter de capitalización, que de manera indigna castiga el que vivamos más años. Con esta medida se rompería el actual sistema de solidaridad y reparto.
Hoy la amenaza de la privatización de la Seguridad Social es una realidad y la unidad de acción por encima de las organizaciones es más necesaria que nunca. La mayor esperanza para el triunfo de la causa pensionista es la oposición firme y unida de la sociedad civil: de la población joven, de la población trabajadora, de quienes se han jubilado.
También de las organizaciones activas en la defensa de los derechos sociales, sindicatos y fuerzas políticas.
El único camino es la movilización conjunta con esta confluencia de la lucha social en la defensa de las pensiones públicas. Un amplio espacio compartido y plural de coordinación en el que todos y todas puedan participar en pie de igualdad sin exclusiones.
Para terminar, compañeros y compañeras decimos bien claro y alto cuales son nuestras reivindicaciones
- Las pensiones mínimas deben elevarse hasta equipararse al Salario Mínimo Interprofesional y este situarse en el 60% del salario medio, según recomienda la Carta Social Europea;
- Deben derogarse las reformas de pensiones del 2011 y del 2013 y las reformas laborales de 2010 y 2012 que recortan las pensiones y reducen salarios y cotizaciones sociales;
- El “Factor de Sostenibilidad” debe ser eliminado, sin ser sustituido por ningún otro coeficiente reductor como el “Mecanismo de Equidad Intergeneracional”;
- La jubilación debe volver a los 65 años para crear empleo, mitigar la pobreza y la brecha de genero;
- Los coeficientes reductores de la jubilación anticipada con 40 años cotizados deben ser eliminados;
- Hay que establecer medidas efectivas para acabar con la brecha de género en salarios y pensiones;
- La capacidad adquisitiva de las pensiones debe garantizarse a través de revisiones anuales, que recojan como mínimo el incremento del coste de la vida.
- En caso de ser necesario, y como establece la legislación actual, el pago de las pensiones públicas debe garantizarse a través de los Presupuestos Generales del Estado, sin que se convierta en deuda de la Seguridad Social;
¡ Gobierne quien gobierne las pensiones se defienden!
¡Solo el pueblo salva al pueblo!”
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