Rodrigo de Varo y Antequera fue el fundador del convento de las Madres Carmelitas Descalzas y llevó adelante numerosos proyectos para favorecer a las personas más necesitadas de Aguilar en el siglo XVII. La escultura se situará en el centro de la plaza de las Descalzas.
AGUILAR. La figura histórica de Rodrigo de Varo y Antequera será enaltecida con un monumento en bronce en el centro de la plaza de las Descalzas. Así lo ha anunciado hoy el concejal de Obras, Antonio Maestre, y el autor de la escultura, Ricardo Llamas.
Maestre ha dicho que será la primera escultura en bronce que se ubique en las calles de Aguilar y estará destinada a reconocer la labor social que protagonizó este hombre que, entre otros méritos, fue el fundador del convento de las Madres Carmelitas Descalzas de Aguilar.
Rodrigo de Varo y Antequera nació el 15 de noviembre de 1632 en el seno de una de las familias más ricas e influyentes de la población. Vivió una niñez y juventud acomodada y se erigió en heredero de una importante fortuna ya que sus dos hermanas, Teresa y Ana, fueron monjas en el convento de las clarisas de Aguilar.
Según ha relatado Antonio Maestre la vida de Rodrigo de Varo y Antequera dio un giro hacia la espiritualidad tras un suceso en el cortijo de Zamacón. Fue alcanzado de un disparo pero salvó su vida. A partir de ese momento construyó una ermita en el mismo lugar dónde se produjo este percance.
En el año 1668 comenzó el proyecto de construcción de un convento de Madres Carmelitas junto a la ermita de San Roque aprovechando la existencia de unas casas de su propiedad. Esta obra finalizó en 1671.
Más tarde su espíritu solidario le llevó a construir la Obra Pía del Hospital de la Caridad para enfermos pobres. Fundó también un colegio y el conocido como Hospitalito en la calle Cuestezuela para recoger a pobres transeúntes.
Al morir su suegro heredó otra gran fortuna. A su muertoen 1679 con sólo 47 años puso toda su fortuna a disposición de los pobres. Fue enterrado en el interior del monasterio de las Descalzas.
Por su parte el autor de la escultura, Ricardo Llamas, ha explicado que se ha basado para realizarla en el cuadro que existe dentro del convento y que reproduce la imagen de Rodrigo de Varo. Tanto el boceto como la figura a tamaño real sobre la que se ha realizado la de bronce se han ejecutado en barro.
Ha sido una empresa de fundición de Madrid la que ya ha culminado sus tareas.
La escultura y la base sobre la que se asiente contará con una altura de 1,80 metros. La escultura en sí tendrá unas dimensiones de 90 centímetros de altura.
Se ubicará en el centro de la plaza de las Descalzas, justo entre las dos palmeras existentes aunque algo adelantada hacia el trazado de la acera de calle Moralejo.
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